domingo, 9 de mayo de 2010

HISTORIA MUISCA


Nuestra verdadera historia


EL PUEBLO INDÍGENA MUISCA
DIANA MARTÍNEZ BOCANEGRA

1. RESEÑA HISTÓRICA:

1.1. Antecedentes

La presencia del pueblo Muisca de la Sabana de Bogotá, se remonta a tiempos inmemoriables. De acuerdo con las investigaciones y excavaciones hechas por Gonzalo Correal Urrego y Thomas Van Der Hammen, el primer momento poblacional, que se denomina de cazadores recolectores, se inicia con la llegada del hombre del pleistoceno tardío al valle del Magdalena hace 16.400 años.

Las excavaciones que se realizaron en la hacienda Tequendama I en 1973, cuyos resultados fueron publicados en el documento “Investigaciones Arqueológicas en los Abrigos Rocosos del Tequendama”, plantean que en boquerón del Tequendama habitaron seres humanos entre los años 12.400 y 5.600 años antes del presente.

El segundo momento poblacional del pueblo Muisca coincide con el abandono del los abrigos rocosos hace 5700 años antes del presente , marcando la aparición del Hombre del Aguazuque.

Los primeros restos que permiten hablar del hombre de Aguazuque fueron encontrados en la hacienda que lleva su mismo nombre, en límites de Soacha y Mosquera frente a Bosa, con el río Bogotá en medio.

Hace 2700 años con la aparición del cultivo del maíz en Zipacòn, emerge el pueblo Muisca (Jaramillo;14:2003). La sociedad muisca se componía de cacicazgos. Estas eran entidades políticas sencillas pero centralizadas, que agrupaban distintas comunidades locales al mando de un cacique o señor al que se reconocían poderes civiles y religiosos, según establecen los cronistas que acompañaron a los primeros europeos en pisar este territorio, de acuerdo a los datos proporcionados por ellos, el territorio de los Muiscas abarcaba las cuencas y valles del río Bogotá hasta Tena, el río Negro hasta Quetame, el Guavio hasta Gachalá, el Garagoa hasta Somondoco, el Chicamocha hasta Soatá y el río Suárez hasta Vélez. No existe un acuerdo sobre cifras de población, pero los conquistadores son enfáticos en destacar la multitud de los indígenas. El investigador Eduardo Londoño afirma que aunque los conquistadores conocían las ciudades empedradas de la Sierra Nevada de Santa Marta, les llamó la atención el refinamiento y complejidad de las casas y construcciones:

EXISTENCIA DE IC KIHISAIA

El cabildo, por medio de varias investigaciones e indagaciones, con niños, niñas y jóvenes de la comunidad, encuentra la necesidad de cómo hacer valer el derecho a una educación propia de la población indígena Muisca más pequeña, teniendo en cuenta ciertos parámetros. Es así, como surge la idea de buscar la participación de la población indígena como punto de partida para la construcción de un jardín infantil Muisca enfocado en la educación inicial.

La comunidad se auto-reconoce como Muisca, a la vez que reconoce que ha sufrido procesos de aculturación y mestizaje, puesto que se dio una crisis importante a partir del desarraigo de los Muiscas de Suba, para el caso que compete la educación ancestral y occidental, como una respuesta a las costumbres, valores, símbolos culturales, rituales, y todos aquellos aspectos que dan coherencia en el sentido de pertenencia e identidad.

Cabe anotar, que en los jardines infantiles se hará una recuperación, conservación y fortalecimiento de la cultura Muisca, especialmente con lo referente a la identidad indígena, desde la cosmogonía y la cosmovisión, la medicina ancestral, las artes, la lengua ancestral, fortaleciendo así la identidad étnica y la lengua materna.